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Numeral 04
En Cristo culmina la revelación
Después que Dios habló muchas veces y de muchas maneras por los Profetas, ¨últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo¨. Pues envió a su Hijo, es decir, al Verbo eterno, que ilumina a todos los hombres, para que viviera entre ellos y les manifestara los secretos de Dios; Jesucristo, pues, el Verbo hecho carne, ¨hombre enviado, a los hombres¨, ¨habla palabras de Dios¨ y lleva a cabo la obra de la salvación que el Padre le confió. Por tanto, Jesucristo -ver al cual es ver al Padre-, con su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros, y, sobre todo, con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos
La economía cristiana, por tanto, como alianza nueva y definitiva, nunca cesará, y no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo (cf. 1 Tim., 6,14; Tit., 2,13).
Referencias
1 Timoteo 6,14
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Tito 2,13
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